Reconozco que se ha convertido en una obsesión… siempre me
habían gustado y hasta, en ocasiones, me he atrevido. Pero, ahora, ahora
reconozco que es mi pasión…
Últimamente me fijo mucho en las cabezas. Quiero decir, en
cómo van vestidas esas cabezas o, mejor, en que la mayoría de ellas no van
vestidas. ¡A pesar del calor del verano, muy pocas se dejan proteger por un
sombrero... Uff!
No entiendo cómo ha podido dejar de ser un elemento más del
atuendo habitual. Y es que, además de la gran utilidad del sombrero que nos
aporta esa sombra necesaria en verano, un calorcito que se agradece en invierno
o una protección bajo la lluvia y contra el viento, es el complemento por
excelencia. La nota que marca la elegancia.
Un señor que camina a media tarde con un clásico panamá… de
lo más elegante!, o una señora con look veraniego_ short, camiseta, sandalias_
y perrita en los brazos con un gran sombrero de paja de ala ancha… de lo más
chic!
En la playa bajo el sol, dando un paseo por el campo, en las
terrazas urbanitas,… ¡hay un sombrero para cada ocasión, para cada estilo y
para cada persona!.... ¿por qué no?
Este verano yo he disfrutado del mío, ¿y vosotros?... ¡espero
que también!
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